“En un pueblo cada alma que se va deja en el aire un abandono dolorido que tarda en disiparse muchos días”, las palabras de Alejandro López Andrada resuenan en mi cabeza, en estos amargos días en los que la tristeza no cesa de acecharnos a los villaduqueños. Varios vecinos nos han dejado en poco tiempo y su ausencia llena las calles, todos nos sentimos cercanos a esos familiares a los que el dolor ha llegado sin avisar, todos lloramos con ellos.
Descansen en paz.
¡Cierto! Y qué tristeza se nota en el ambiente de nuestro pueblo.
Dos personas muy queridas, dos amigos para mí, nos han dejado y de forma súbita y terrible.
Mi sentimiento se une al de sus familiares y ruego una oración por sus almas. ¡Descansen en paz!
Muchas gracias por el apoyo que en estos momentos brindan todos los vecinos a los familiares. Son situaciones en las que se necesita ese calor y más aún cuando son muertes tan repentinas como las vividas. De nuevo y sin más palabras ¡GRACIAS!
Aunque desde la lejanía,nosotros también queremos unirnos a ese sentimiento de tristeza,que inunda,por desgracia,el alma de los Villaduqueños.
Que la paz eterna sea para esas almas.
Desde aquí en la soledad y fuera del pueblo sólo puedo decir que una persona muy querida se ha ido. Yo sé que aunque ahora nos inunde la tristeza, está en un buen lugar sea el que sea porque fue una de las mejores personas que conocí en mi vida aparte de mi tío.
Que sepas que cuando pase por el bar de Paco siempre miraré buscandote para darte un beso cuando llegue al pueblo.
A todo el pueblo muchas gracias de mi parte y de mis primos y tía.
A los familiares de Rafaela lo siento mucho.