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Gabriel Molero Caballero ofrece en un libro de más de 1000 página y 900 fotografías la historia del ferrocarril de vía estrecha y sus estaciones desde 1895 a 1970

By 31 julio, 2018Cultura, Curiosidades, General

En la tarde de ayer, dentro de las actividades del Verano Cultural y Deportivo de Villanueva del Duque, se presentó en la Casa de Hermandades el libro “El Ferrocarril. Fuente del Arco – Peñarroya – Puertollano – San Quintín. 1895 – 1970” del escritor Gabriel Molero Caballero y del coautor Manuel García-Cano Sánchez. Al acto asistieron, la alcaldesa de la localidad, María Isabel Medina Murillo, el cronista oficial del municipio, Miguel Barbero Gómez y el autor de la publicación Gabriel Molero.

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De izda a Dcha: Alcaldesa de Villanueva del Duque, María Isabel Medina Murillo; autor de la publicación, Gabriel Molero Caballero; y cronista oficial de la localidad, Miguel Barbero

Nadie mejor que Molero conoce cómo funciona el ferrocarril, no solo por su familia, sino por su propia experiencia. En este sentido, la alcaldesa de Villanueva del Duque, María Isabel Medina Murillo, enalteció la labor del escritor, el cual se ha llevado más de diez años recabando información y archivos fotográficos para poder ofrecer este libro que consta de 1007 páginas y 936 fotografías. Asimismo, Medina agradeció una labor que “no sólo permite tener un recuerdo a aquellos que vivieron el ferrocarril de vía estrecha, sino que deja un documento escrito para que todos aquellos que no lo conocieron puedan estar al tanto de la historia”.

Por su parte, el cronista oficial del municipio, Miguel Barbero, fue el encargado de presentar al autor del libro. Gabriel Molero Caballero vive en Benaguacil, municipio de la comunidad valenciana. Su abuelo fue capataz de la línea de ferrocarril en Alcaracejos, hecho que le hace sentir la localidad como su segunda casa. Ferroviario de sangre y de tradición familiar, Molero ha recogido en su libro de más de mil páginas la historia del ferrocarril de vía estrecha y documentación adicional de los pueblos por los que transitaba. Al mismo tiempo, según Barbero, son destacables “las menciones especiales que hace el documento de aquellos hombres que trabajaron al servicio de la vía férrea tan organizada en nuestro pueblo y en todos los demás”.

Barbero, como cronista oficial, también ha realizado una ardua tarea para recabar información acerca del recorrido del ferrocarril de vía estrecha desde Peñarroya-Pueblonuevo hasta Pozoblanco. Dicha información fue dispuesta por el Ayuntamiento para la concepción de la Vía Verde que, según Barbero, es hoy día “una realidad frecuentada por nuestros paisanos y cientos de visitantes”. Así, el libro de Molero es, según el cronista oficial de Villanueva del Duque, “una guía turística e informativa sobre el recorrido y entorno de aquel ferrocarril que dejó de existir y, por lo tanto, de servir el día 1 de agosto de 1970”. A nivel personal, Barbero, explicó que durante 18 años de su vida fue su medio de transporte en exclusiva, puesto que su padre que era guardia civil estuvo destinado en Peñarroya-Pueblonuevo y, en periodos vacacionales, se trasladaban primero en tren y después en automotor hasta Alcaracejos, de donde es su familia.

En este sentido quiso resaltar anécdotas como los viajes en tren a Puertollano para los exámenes de Bachiller, los vasos fresquitos de leche que le compraba su madre en Cámaras Altas, la carbonilla que se alojaba en los ojos al asomar la cabeza por las ventanillas del tren o las carreras entre los asientos de madera y las consiguientes riñas de su padre. Para finalizar, Barbero quiso felicitar a Molero por el extenso trabajo presentado y la enorme documentación acumulada. “Un texto para aquellos que deseen conocer lo importante que fue el ferrocarril para el desarrollo de nuestros pueblos”. Asimismo, dio gracias al autor por “su preocupación y dedicación”, y “por aumentar el amor al ferrocarril de todos aquellos que dedicaron una gran parte de su vida a aquel medio de transporte y comunicación entre los pueblos de Los Pedroches”.

Por su parte, el autor que comenzó la presentación poniendo de relieve que lo que más le interesaba era conocer qué había pasado en cada pueblo, explicó que los cuatro primeros capítulos de la publicación están dedicados a la parte histórica del ferrocarril y que el quinto se centra exclusivamente en los pueblos por los que pasaba el tren, en sus estaciones ferroviarias, rescatando la memoria del personal y poniendo de manifiesto el oficio del ferroviario. En cuanto a la labor de archivo fotográfico, aseguró que todas las fotografías que se han usado en la publicación son originales.

En la misma línea, argumentó que le entró el gusanillo por escribir sobre el ferrocarril al conocer al coautor del libro, Manuel García-Cano Sánchez. Asimismo, su relación y nostalgia por el tren de vía estrecha le viene de familia. Su abuelo fue capataz ferroviario en Alcaracejos, su padre maquinista de la máquina eléctrica desde Puertollano a Conquista, su tío administrativo y su tía guardabarreras. Además, Molero quiso dedicar la presentación del libro a Juan Félix, obrero en la estación de El Soldado y en Alcaracejos, y a María, amigos muy cercanos de la familia del autor.

Finalmente, Molero regaló a los asistentes la proyección de un vídeo inédito e histórico que hace un recorrido por las diferentes estaciones ferroviarias. Una primicia que os dejamos aquí para que, a los que no les fue posible asistir a la presentación, puedan disfrutarlo ahora:

Con la numerosa información obtenida del ferrocarril métrico-minero “Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano-San Quintín”, en la publicación rescatan lo que significó este ferrocarril durante 75 años (1895-1970) de existencia y la vida y futuro que dio a gran número de pueblos y provincias. Fue la Sociedad Minero-Metalúrgica de Peñarroya (SMMP), de origen francés, la que hizo realidad la construcción y la que puso la luz al aislamiento que en su día tuvieron las tierras por donde trascurrió el ferrocarril, abriéndose las puertas al resto de España.

Como novedad, el autor le ha dado protagonismo a sus pueblos y estaciones por donde trascurrió la línea, junto a emocionantes historias y vivencias gráficas y orales de los propios ferroviarios que ejercieron. También se han recogido testimonios de pasajeros que subieron a sus trenes y disfrutaron del movimiento de sus raíles. Este ferrocarril fue referente de vía métrica, siendo el segundo más largo de España con 244 kilómetros. Con el cierre del ferrocarril en agosto de 1970 “Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano”, de los 300 ferroviarios, muchos pidieron la indemnización y otros se prejubilaron. Los restantes ejercieron el derecho de ser trasladados a otros ferrocarriles de FEVE, siendo sus destinos los ferrocarriles de Valencia, Alicante, Cartagena-Los Nietos, Palma de Mallorca, Málaga-Fuengirola y la cornisa cantábrica.

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