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La Hermana Mayor en Villanueva del Duque: Origen y Futuro

By 5 noviembre, 2009General

De todas las fiestas que a lo largo del año Villanueva del Duque celebra, la conocida como la Hermana Mayor o de las Mozas, sobresale por su singularidad y sentido de agradecimiento a la Virgen de Guía, nuestra Patrona y Madre.

El origen de esta celebración, se pierde en el tiempo dado que es, por así decirlo, el punto y final a las celebraciones de la Semana Santa, iniciándose con ella, las del Tiempo Pascual, habida cuenta de que su desarrollo como ya veremos, es durante el Domingo y Lunes de Resurrección.

En un principio, reunido el Cabildo Municipal, acordaban elegir, de entre las mocitas del pueblo a una de ellas para que en representación de todos los vecinos presidiese los actos y cultos en honor a nuestra Patrona la Santísima Virgen de Guía en su traída a la Parroquia del Apóstol San Mateo, desde su cercano Santuario.

El protocolo a seguir era muy sencillo: desde el Ayuntamiento se enviaba a la familia de la joven seleccionada una bandeja de tostados y otra de altramuces, como señal de que había sido elegida para el honor de ser la Hermana Mayor de la Virgen, de modo que a esa familia les correspondería organizar, el desarrollo de la fiesta de ese año, siempre y cuando, aceptase la citada ofrenda.

La Hermana Mayor, está acompañada en todos los actos de la Hermana Entrante, que lo será el próximo año, y la Hermana Saliente, que lo fue, y termina su participación ese mismo año.

El Domingo de Resurrección, al mediodía, el vecino pueblo de Alcaracejos, trae la venerada Imagen de la Virgen hasta su Santuario, permaneciendo en el, hasta que al atardecer, sean los fieles de Villanueva del Duque quienes en procesión con Cristo Resucitado, y presidida por la Hermana Mayor, recojan a la Virgen de Guía, y regresen de nuevo a la iglesia parroquial para celebrar la Eucaristía.

Finalizada la Eucaristía, y al toque de ánimas por las campanas parroquiales, se prenderá en la puerta del domicilio de la joven, un candelorio de aulagas, que familiares y amigos han recogido del campo, iniciándose así, una animada velada entorno al fuego, con ronda de tostados y altramuces, y el juego de canciones y corros de los más jóvenes, y por qué no, algún que otro mayor.

Finalizada la quema de aulagas, a media noche, las miras se ponen ya en la fiesta propia de la Hermana Mayor el Lunes de Pascua, que darán comienzo con los cohetes al amanecer, hasta que los familiares de la Hermana Saliente recojan a la Hermana Entrante, y todos juntos van hasta el domicilio de la Hermana Mayor, para dirigirse hasta la parroquia y comenzar la procesión de la Virgen de Guía, que precederá a la Misa de Acción de Gracias a la Virgen.

En su origen, era el Cabildo Municipal (con el alcalde y concejales), quienes acompañados por el Párroco, el Comandante de Puesto de la Guardia Civil y el Juez de Paz, iban hasta el domicilio de la Hermana Mayor para acompañarla hasta la Parroquia, pero lo mismo que por las necesidades devocionales se confeccionó una lista de jóvenes, se consideró que era más lógico que quienes hiciesen la recogida fuesen las propias Hermanas Saliente y Entrante, y el resto de autoridades invitadas, las esperasen a las puertas del templo, ritual que es el que permanece en vigor.

Termina la jornada festiva, con un convite en el domicilio de la joven, con tostados, altramuces, dulces típicos y algún que otro licor y refresco, para todas las mocitas del pueblo, sin importar su edad, y a las que se las ha ido invitando, con el paso de los años, con una estampa con la imagen de la Virgen. ( Clic sobre la imagen para leer referencia en prensa de 1934 )

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La Guerra Civil, con su estragos y sufrimientos en las familias rotas por la pérdida o enfermedad de sus miembros, y siempre agradecidas a la intercesión de su Patrona, la Virgen de Guía, ofrecen a sus hijas al Cabildo Eclesiástico para que sean elegidas para Hermana Mayor de la Virgen.

La gran acogida que se produce, hace que se confeccione una LISTA en la Parroquia, de modo que son varias las familias que ante una necesidad, o simplemente como signo de gratitud a la Virgen, apuntan a sus hijas para ser Hermana Mayor cuando le llegue su turno, pudiendo ir cediéndolo en el caso de las de menor edad, con respecto a las de mayor edad. Dato curioso es que la joven deberá cumplir la promesa como Hermana Entrante y por supuesto, Hermana Mayor, pero cuando le llegue el momento de ser la Hermana Saliente, cualquier otra joven de su familia la puede representar, ya que hasta que no llegue ese momento no debería de casarse.

¿Y AHORA QUÉ?

La singularidad de la Fiesta, a la que Villanueva del Duque siente especial cariño, está en serio peligro de perderse, pues todo lo que deriva fuera de su origen, con el tiempo se vuelve en contra suya. Palabras duras, pero no por ello, menos ciertas.

Teniendo en cuenta que la Lista de Hermanas Mayores para los siguientes años es prácticamente inexistente, debemos de formularnos y al mismo tiempo, aplicarnos la solución del problema. ¿Dónde hemos fallado, y en qué lo podemos subsanar?.

Ni que decir tiene que no es mi intención el juzgar a quienes han realizado en estos largos años la fiesta, pues gracias a ellos, a su generosidad y a su valentía, fiesta como la de la Hermana Mayor se ha venido desarrollando durante siglos, siempre por honor y gloria de la Virgen, y como inmensa gratitud por su intercesión,

Pero, ¿tal vez los numerosos gastos que hemos ido incluyendo en la fiesta, sean el motivo de que algunas personas no la puedan afrontar?.

¿Es así, como la debemos de continuar?

He detallado, como era el desarrollo de la fiesta, todo dentro de unas pautas que como todos sabemos otras hermandades realizan, y que tal vez, por no ceder a modas ni a pretensiones que desvirtúan su verdadero sentido, aún perduran, y porqué no decirlo, con entusiasmo y mejor cada año.

Recobremos su verdadero sentido y que siempre prevalezca la gratitud a la Virgen ante cualquier otra actuación, y así, quienes pueden ser las protagonistas de este acto de amor a nuestra Patrona, sean quienes con su ejemplo den continuidad a una tradición que no podemos, bajo ningún concepto, dejar perder, pues, ¿qué sería de nosotros si no fuésemos capaces de rendir honor a nuestra Madre, a la que en tantas ocasiones invocamos su protección?

José Caballero Navas para villanuevadelduque.com

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