Cuando han pasado algunos días desde el fallecimiento de Aurelio Teno, su recuerdo parece hacerme creer que aún sigue en su Monasterio de Pedrique diseñando nuevas obras de arte, pero al momento caigo en la cuenta de que la realidad es bien distinta porque ya no está entre nosotros. Sigue vivo en nuestro recuerdo y en cada una de las obras salidas de sus manos. Esta realidad no hace fácil poder expresarme sobre la figura y obra de este escultor, orfebre y pintor, nacido en las Minas de “El Soldado” de Villanueva del Duque el 7 de Septiembre de 1927, aunque inscrito en El Viso de dónde eran oriundos sus padres, José e Isabel.
He sentido profundamente, como no podía ser de otra forma, la pérdida de este amigo, paisano y genio de las artes plásticas, manifestación que también puede ser testimonio de mi aprecio a su persona y obra ante su familia y el pueblo en el que tanto él como yo habíamos nacido, y de cuyo Ayuntamiento tuve el honor de ser Concejal de Cultura en la época en la que descubrí la valía artística y humana de este artista reconocido internacionalmente.
En el periodo de tiempo en el que Aurelio ha permanecido ingresado en el Hospital de la Cruz Roja de Córdoba, durante más de dos meses, lo he visitado en varias ocasiones, siendo la última de ellas sólo unos días antes de su muerte, acaecida el pasado uno de Febrero del presente año 2013.
En la segunda de mis visitas, en un momento de nuestra conversación delante de María, su esposa, Aurelio me decía: “Isidro, cuando me ponga bien iré por Villanueva”. No ha podido ser, pero sé que su deseo de venir por nuestro pueblo era una manifestación frecuente en él desde hacía tiempo, aunque ello no haya sucedido como le hubiese gustado. La última vez que visitó nuestro pueblo fue en Junio de 2003 con motivo de un acto académico-cultural celebrado en el Salón Polivalente, situado en el Paseo que lleva su nombre.
Aurelio es Hijo Adoptivo de nuestro pueblo en virtud del nombramiento hecho por nuestro Ayuntamiento, en sesión plenaria del día 22 de Junio de 1989, y la posterior entrega de un artístico pergamino de fecha 12 de Agosto del mismo año, día principal de los del Homenaje que le hizo el pueblo villaduqueño, y en el que textualmente se dice: “El Excmo. Ayuntamiento, en sesión plenaria celebrada el 22 de Junio de 1989, adoptó el acuerdo de nombrar al Artista Universal Aurelio Teno Hijo Adoptivo de Villanueva del Duque, acogiendo como hijo de derecho a quién esta tierra vio nacer y por la que tanto afecto siente”.
Teno ha sido un creador de obras de arte que a nadie han dejado indiferente, unas por su gran belleza y otras por su sobrecogedora expresión plástica, piezas incontables que hoy se encuentran repartidas por diferentes países del mundo.
Mi amistad con Aurelio comenzó coincidiendo con una gran Exposición Antológica de su obra celebrada en Córdoba en el año 1988. Desde entonces, he podido comprobar que las Minas de “El Soldado” han sido para él ese lugar en el que providencialmente vino a la vida, pregonándolo con orgullo por todas partes. Junto a la bocamina nació y con rocas y minerales diversos sacados de las entrañas de la tierra hizo la mayor parte de sus obras de arte. Su nacimiento en el poblado minero villaduqueño ha condicionado casi toda la producción de su extraordinaria obra artística.
Algunas veces me he preguntado si será verdad que los grandes genios culturales de este mundo sólo son reconocidos como tales tras su fallecimiento. Villanueva del Duque ha sentido su muerte y en señal de duelo nuestro Ayuntamiento decretó tres días de luto, al tiempo que las tres banderas colocadas en el balcón de la Casa Consistorial ondeaban con crespones negros.
Su memoria permanecerá viva para siempre en cada una de sus obras de arte así como en el recuerdo de cuantos le hemos apreciado. Allá dónde se encuentre, más allá de las estrellas, Aurelio Teno ya descansa en paz.
Isidro G. Rodríguez Granados
Visitando su casa natal en «El Soldado»
En Pedrique, con vecinos de Villanueva del Duque