Ana Gómez está desarrollando un taller para mujeres destinado a recuperar el uso de las plantas para su aprovechamiento, tanto culinario, medicinal, como ornamental. Pretende así recuperar una tradición que no hace muchos años ejercían las amas de casa rurales, cuando salían al campo en busca de estas plantas, bien para cocinar (romanza, collejas, cardillos, fieras), para tema medicinal (tomillo, eucalipto, romero, tila) o para otros muchos usos:
Ella lo expresa así:
«En este taller vamos a intentar recuperar tradiciones y lugares singulares de nuestro entorno, además con las plantas recolectadas elaboraremos desde alcoholes, hasta almohadas terapéuticas, a través de este blog se irán desgranando nuestras actividades según se realicen«
No manda también la primera entrada:
RECOLECTANDO LA FLOR DE ESPINO ALBAR “LA TILA”
El itinerario empieza en el llamado camino del Tamujo, un sendero al principio transitable incluso para vehículos, y que nada más entrar en el nos brinda en sus lindes plantas como, margaritas, crisantemos del cual se obtiene la piretrina una sustancia utilizada en los insecticidas, la nueza planta toxica, que trepa por los troncos de las encinas…ya adentradas en el sendero y dejando atrás huertas con mulas, cerdos que huelen diferente a los de las granjas intensivas, alzamos la vista y contemplamos sembrados verdes, salpicados de amarillo, rojo, lila y un sinfín de tonalidades, recreamos la vista, comentamos la belleza y seguimos nuestro paseo.
Con Mari pudimos diferenciar el hinojo planta comestible con la cañeja planta que no lo es y con la que comparte gran parecido. Ángela y Cele cogieron un ramito de crisantemos ,como si de un manojito de soles se tratara…..
Más adelante nos sorprendieron los primeros espinos, una aroma tenue envolvía el entorno, aunque en este punto se discrepo si existía tal fragancia, las flores se recogieron en las cesta todas participamos con gran entusiasmo, como si de un ritual se tratara, bueno, Juanita se lo salto y recolectó no solo la flor y las hojitas si no las ramillas enteras” cogemos las tijeras y nos volvemos locas” , es broma solo fueron unas cuantas sin daño para el arbusto. Las flores se dejaran secar antes de envasarla para su consumo, tienen unas excelentes propiedades relajantes en procesos de insomnio, estrés, ansiedad, a demás con un consumo prolongado baja la tensión a hipertensos.
En la orilla del sendero junto a una pared de piedras encontramos las collejas, todas queríamos coger, es una planta que por el uso de herbicidas está desapareciendo de muchos lugares donde existía y es una pena porque además de estar muy rica tiene gran cantidad de vitaminas y ácido fólico, con las que cogimos yo me hice una tortilla en casa que me supo a gloria.
Entre observación y comentario nuestra amiga Conchi consiguió un buen manojo de espárragos que con toda sencillez regaló a una compañera.
Llegamos a la caseta de la vía en este punto el sendero cambia de estado y entramos en un camino hacia el oeste Alcaracejos y hacia el Este nuestro destino.
En este punto de la ruta encontramos la viborera cuyas flores exhalarás al chuparlas un jugo muy dulce y que a los chavales de antes encantaba, Isabelita sabedora de esta cualidad decide recolectar unas cuantas flores para añadirlas a la ensalada que preparara para sus comensales, seguro sorprenderá por su creatividad en el plato.
Nos adentramos en la vía del tren ahora el camino recorre el itinerario de la via, nos custodian las paredes verticales de pizarra roja y en ellas a pareces plantas como el cantueso, que luce espectacular con su floración, la aulaga cuya flor desprende un aroma suave, acederas ,amapolas, nuestros cestos van llenos y nosotras contentas, Carmen canta canciones que se camuflan con la belleza del entorno, Pepi nos cuenta sus aventuras en otra ruta en la que participo ,Charo que por muy poco se queda atrás en esta andadura disfruta a cada paso y a si entre parados de colores y una puesta de sol preciosa llegamos l final del trayecto atrás quedan 3 horas que como la tortilla me han sabido a gloria.
Tenéis fotos en los álbumes de Facebook del Ayuntamiento.
Ana Gómez