Hacía mucho tiempo que no llovía. La sequía era el tema de conversación entre los ganaderos y agricultores de nuestro pueblo, en los bares no se hablaba de otra cosa además de la crisis económica que asola a nuestro país y al mundo. Recuerdo cuando este verano, dando un paseo por la dehesa quedé apesadumbrado por la imagen del pantano. Al igual que en las películas y documentales de naturaleza nos muestran la falta de agua con esas imágenes del suelo cuarteado y agrietado como si fuera de escamas, así se mostraba esa pequeña superficie de nuestro lugar de recreo por excelencia en el parque de la Dehesa Boyal. Desolador paisaje para los que estamos acostumbrados a verlo en invierno con mas o menos agua, con algunas aves acuáticas anidando en los cañaverales y junqueras y, en varias ocasiones, algún que otro aficionado a la pesca tratando de atrapar en el anzuelo de su caña a un pez que quizás el mismo echó al agua semanas atrás, traído de otro pantano.
Esta mañana, dando mi habitual paseo, me he encontrado con estas vistas tras las pasadas y abundantes lluvias. Ayer tuvo que ser impresionante el discurrir del agua por estos lugares, pero no estaba el día para salir a pasear y no pude sacar instantáneas de la afluencia del preciado líquido por estos lugares que trato de mostraros en las fotografías de hoy. ¿Os imagináis como iría el arroyo por el puente El Juncoso? ¿Y cómo accedería el agua hacia el pantano por las distintas torrenteras? No está nada mal recibir esta lluvia de alegría en medio de tanta frustración general.
Miguel Barbero
Preciosas imágenes!! Gracias por acercárnoslas; Deseando de que llegue el viernes y dar un paseo por esos encantadores parajes Villaduqueños.