Mañana, víspera del día 13 de diciembre, Villanueva del Duque celebrará las Fiestas de Santa Lucía, uno de los festejos más antiguos y populares de nuestra localidad. El municipio cuenta desde tiempos remotos con esta Hermandad en honor a la santa italiana. No se sabe exactamente el año de fundación de ésta, aunque sí conocemos que ya en 1841 existía un listado con los devotos de esta advocación. En 1922 se decide hacer unos estatutos, en los que quedan fijados los cargos y las normas de funcionamiento de la Hermandad. A modo de curiosidad, diremos que se trata de una hermandad exclusivamente de varones.
Es más, es habitual que los padres, nada más nacer su hijo, si éste es varón, sea inscrito entre los Hermanos de Santa Lucía, sabiéndose responsables de una tradición de siglos, mantenida y vivida, cada año, dentro de la fe.
12 DE DICIEMBRE: TRIDUO, CATA DE VINO, CANDELORIO, TOSTADOS, ALTRAMUCES Y PITARRA
La celebración comienza en las vísperas de la Santa, cuando a las 15:00 horas, las campanas de la Parroquia de San Mateo comienzan a sonar. En ese instante, el Hermano Primero, que ostenta el honor de portar el Bastón de Mando –este año, D. Pedro Moya Porras— empieza a lanzar cohetes al cielo avisando al resto de los Hermanos para que procedan a hacer lo mismo. De este modo, así lo hace el Hermano Segundo, este año D. José Granados Romero, que porta el Junco; el Hermano Tercero, D. José Rubio Ramos, que porta la Bandera; y, por último, el Hermano Cuarto o de la alabarda, D. José María Caballero Viso, que es también el encargado de los tambores, los cuales prácticamente no dejarán de sonar en dos días.
Mientras tanto, las mujeres están ultimando los preparativos en las casas de los Hermanos, donde al mismo tiempo, se están descargando las aulagas para los candelorios. Pero hasta que llegue el encendido de las aulagas, se procede a la conocida como la Primera Recogida. Los Cuatro Hermanos Mayores del año, acuerdan una hora para participar en el último día del Triduo en la Parroquia. Así, es siempre el Hermano de la Alabarda o del Tambor el que irá recogiendo al resto de Hermanos en el siguiente orden: primero, al Abanderado; segundo, al del Junco y, por último, al del Bastón, para ir todos juntos, portando sus insignias y con los redobles de los tambores, hasta la Parroquia.
Una vez finalizan los cultos, regresan respectivamente a sus domicilios siendo acompañados en el orden inverso al que fueron recogidos. Cada uno de ellos, junto a familiares y amigos, deben esperar a que las campanas de la Parroquia de San Mateo empiecen a repicar para poder encender el primer candelorio. Así, las primeras aulagas en arder serán las que se encuentran ubicadas en la puerta de la vivienda del Hermano del Bastón. Será el Hermano Primero el encargado de comunicar, lanzando cohetes al aire, al resto de los Hermanos que ya pueden proceder a encender progresivamente sus respectivos candelorios.
Una vez que las aulagas empiezan a arder, los tambores son los encargados de avisar para que de comienzo lo que se conoce como la Cata de Vino. En ella, siguiendo el orden habitual, los Hermanos se vuelven a reunir para degustar los vinos que se servirán al día siguiente en el llamado Convite. En este rito, los Hermanos ya no portan sus insignias. Este acto no tiene una duración concreta. Se conversa y se bebe hasta que, una vez más, los Hermanos, en el orden inverso a la recogida, regresan a sus respectivas viviendas. Es a partir de ese instante, cuando ya los Hermanos pueden disfrutar de familiares, amigos y vecinos alrededor del fuego, mientras comparten rondas de tostados, altramuces y porrones de vino de Pitarra.
TRECE DE DICIEMBRE: AUTORIDADES, PROCESIÓN Y CONVITE
A las seis de la mañana, el Hermano del Tambor inicia la recogida de los Hermanos Mayores para lo que se conoce como la Cata del Anís. Después de un desayuno con licor de café y mantecados, cada uno de los Hermanos se quedan en sus respectivas casas para prepararse y colocarse sus respectivas insignias. Posteriormente, proceden a recoger a las autoridades de nuestro pueblo en el siguiente orden: Comandante de la Guardia Civil, Juez de Paz, Alcaldesa; y, por último al Consiliario de la Hermandad. Todos juntos, acompañado por el redoble de los tambores, caminan hacia la Parroquia para la posterior Procesión de Santa Lucía.
En la procesión, serán los Hermanos Entrantes los encargados de portar la imagen de la Santa; aunque, durante el recorrido, dejan el varal delantero derecho para los otros Hermanos que quieran llevar a Santa Lucía. Tras el recorrido en procesión, se procede a la celebración de una Santa Misa, tras la cual, todos los miembros de la Hermandad, cuyo distintivo actual sea una medalla de Santa Lucía prendida de una cinta roja y colocada en el lado izquierdo de la solapa, participarán en los cuatro convites que los Hermanos Mayores hacen a las puertas de sus domicilios, nuevamente con tostados y altramuces. Curioso es que en este día trece el vino de Pitarra se bebe en unas templaderas de plata y no en porrones como el día anterior alrededor de los candelorios.
Al mismo tiempo que se producen los Convites, en el interior de las casas, los Hermanos Mayores, acompañados por las autoridades, toman un aperitivo que, de mutuo acuerdo, han decidido los anfitriones de las cuatro mesas engalanadas. Además, en la entrada de cada casa se prepara otra mesa supletoria en la que los Hermanos Entrantes, custodian de pie la entrada hasta que finaliza cada Convite. Asimismo, mientras duran las rondas los Hermanos que quieren revolotean la Bandera al repique del tambor, haciendo divertidas y arriesgadas volteretas.
Terminado el convite, los Hermanos Mayores irán dejando a las autoridades en sus respectivas casas en el orden inverso a la recogida; es decir, primero al Consiliario de la Hermandad; segundo, a la Alcaldesa; tercero, al Juez de Paz; y, por último, al Comandante de la Guardia Civil. Para finalizar, irán a casa del Hermano Mayor Entrante Primero a entregarle el Bastón de Mando; después, al Segundo, al que le harán entrega del Junco; al Tercero, la Bandera y, al Cuarto, la Alabarda y los Tambores.
De Lucía Suárez para villanuevadelduque.com