Crónica de Villanueva

Hoy, dia 13 de marzo de 2015, nos ha visitado el alcalde de Enguera(Valencia).

Dicho así, tampoco parece que sea una noticia extraordinaria que un alcalde de una ciudad española gire una breve visita a otra ciudad como la nuestra y se entreviste con nuestra alcaldesa. No tengo la seguridad, pero creo que es o debiera ser lo habitual entre regidores de distintas localidades de nuestro país. Lo verdaderamente extraordinario y emocionante es que ese alcalde tiene las raíces en nuestro pueblo y, después de 35 años, ha querido visitar el pueblo de sus mayores y mostrárselo a su esposa y a sus hijos. Se trata de don Santiago Arévalo, hijo de un guardia civil de mismo nombre, que fue destinado a Valencia y allí formó su familia.

Después de una larga y cordial entrevista con nuestra alcaldesa doña Marisa Medina, tuve el placer de acompañar a toda la familia al mirador de la ermita de San Gregorio donde pudieron recrearse con las vistas que se observan desde ese privilegiado lugar y, a continuación nos dirigimos hacia la ermita de la Virgen de Guía donde don Santiago recordó alguna llegada de la Virgen en su traída desde Hinojosa del Duque en unas vacaciones de verano, siendo un adolescente. Especialmente emotiva fue su estancia en el interior de la ermita, en la que hicieron múltiples fotografías que se llevan para su casa y podrán contemplar esas imágenes en el momento que lo deseen, recordando esta visita.

Don Santiago, es un hombre afable con una familia muy agradable; la esposa muy simpática y dos hijos entrañables. Desde este Portal, le manifestamos nuestra alegría por sus deseos de esta visita y compartir con nosotros unas horas en el pueblo de sus antepasados. Le deseamos, tanto a él como a toda su familia, la mayor de las venturas y les emplazamos para otra ocasión con más tiempo y que les sea propicia.

Miguel Barbero Gómez

Hace tan solo unos días, nuestro médico de los últimos 29 años, se ha jubilado.

Llegó allá por el 24 de septiembre de 1985, procedente de la comarca del Guadiato, acompañado de su esposa, doña Nieves y sus dos hijos pequeños Ibrahim y Mágida. Durante todo este tiempo ha dedicado su vida a desarrollar su vocación profesional, procurando y mejorando la salud de todos los villaduqueños. Una dedicación exclusiva y disposición total, siempre que fue requerido por sus pacientes.

A lo largo de estos 29 años, se ha ganado con creces el respeto y cariño de todo el pueblo. Su carácter y su sencillez han sido motivo importante para crear esta corriente de afecto entre él y todos los vecinos. Esto ha podido contribuir a que construya su casa aquí como señal inequívoca de que se siente a gusto entre nosotros.

Su esposa, doña Nieves, tiene instalada su consulta psicológica en el pueblo y es habitual verla pedalear por nuestras calles, pues es una amante del deporte. Sus hijos Ibrahim y Mágida, desde aquél 24 de septiembre de 1985 forman parte de la sociedad villaduqueña y son muy queridos y considerados por los jóvenes de la localidad por su excelente comportamiento y por su disponibilidad a colaborar en todo aquello que se les propone en los ámbitos deportivos y culturales.

No soy representante de nadie, pero me atrevo a asegurar que Villanueva del Duque se siente muy agradecida por la inmensa labor desarrollada, más allá de la simple profesionalidad, que es reconocida por sus compañeros en toda la provincia de Córdoba.
Doctor AHMED ZOUHER SARRAJ HOURRIE, disfrute de su jubilación, dedicando su tiempo a realizar aquello que su excepcional dedicación, no le permitió durante gran parte de su vida. Los villaduqueños seguiremos mostrándole nuestro afecto y nuestra consideración.

¡Feliz jubilación!

Miguel Barbero Gómez

El pasado día 12, fiesta de la Virgen del Pilar, los miembros del Benemérito Instituto de la Guardia Civil de Villanueva del Duque celebraron el día de su Patrona junto al pueblo, al cual sirven y protegen.

Los actos comenzaron con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de San Mateo, que presentaba un presbiterio bellamente engalanado con la imagen de la Virgen del Pilar en lugar preferente. La ceremonia, a la que asistió gran número de villaduqueños y familiares de los guardias civiles, resultó muy emocionante y en la que participaron algunos de los miembros de la Benemérita, en el ofrecimiento de flores a la Patrona y en las lecturas. El párroco, don Ignacio Mora, tuvo unas emotivas palabras para los guardias civiles, resaltando su sacrificio al servicio de España y los españoles.

Finalizada la ceremonia, se celebró un refrigerio en la Casa Cuartel que estuvo muy concurrido y donde guardias civiles y vecinos compartieron copa y tapa. Por cierto, hay que felicitar a las esposas de los guardias civiles por la excelente preparación y calidad de los productos que ofrecieron, varios de ellos preparados por ellas mismas.

Resulta muy agradable este tipo de celebraciones entre los miembros de la Guardia Civil y el pueblo llano, que reconoce su labor y agradece su espíritu de sacrificio a lo largo de casi dos siglos de existencia. Y, como comentaba el sargento Comandante de Puesto, don Germán Vaquero, tenía el deseo de ampliar a todo el pueblo la invitación a esta celebración de la Patrona de la Guardia Civil, para ediciones sucesivas.

Desde nuestro Portal, deseamos a estos guardianes del orden y la tranquilidad de los ciudadanos, la protección de la Virgen del Pilar para todos ellos y sus familias.
Guardias Civiles de España: ¡Buen servicio!

Miguel Barbero

Había quedado citado con Francisco Arévalo Sánchez, a las nueve de la mañana en “El Rancho Grande”, un bar villaduqueño perteneciente a una excelente familia amiga. En punto, y tras el saludo pertinente, nos dirigimos en su automóvil hacia su propiedad, que linda con las vecinas Hinojosa del Duque y Villaralto.

Tras recorrer unos pocos kilómetros, llegamos a la casa del cortijo donde fuimos recibidos por cinco perros (dos de ellos unos pequeños cachorritos preciosos), un gato y varias aves de corral. La alegría expresada por todos los animales a nuestra llegada tenía una certera explicación; Francisco sacó de una bolsa la comida destinada para ellos, de la cual dieron buena cuenta en un santiamén. Hechas las presentaciones, con las debidas precauciones por mi parte, nos dirigimos hacia una inmensa y bellísima alameda en la que podía apreciarse algunos escasos ejemplares de una especie de álamo llamada “Real”. Los cantos de ruiseñores, jilgueros, tórtolas y otras especies de pájaros nos acompañaron durante todo el recorrido. Ni qué decir tiene que las sensaciones en un paraje tan bucólico eran gratísimas. Apetecía, de vez en cuando, detenerse y quedar en silencio para escuchar los sonidos del campo. ¡Una ración de entusiasmo para el espíritu!

Por fin, llegamos al objetivo principal de este paseo matutino, entre hierbas casi secas por la falta de lluvias en los últimos días. ¡Ya no llueve como antaño!, suelo escuchar a los mas mayores de nuestros vecinos.

Cerca de un exiguo arroyo, como es natural, se apreciaba entre la espesa vegetación la construcción del canal de piedras que conducía el agua hasta el molino donde, hace ya mucho tiempo, cumpliría con su misión de moler el grano de aquellos cereales que se cosechaban por el entorno. Es una construcción sólida que aún se mantiene en pie, orgullosa de la función que, durante tanto tiempo, ejerció para transformar el fruto del trabajo del hombre en alimento para personas y animales.

Hermosa mañana en la que he tenido la oportunidad de conocer aspectos de la vida de nuestros antepasados, que quedan ocultos por el olvido y la industrialización de nuestras actividades agroganaderas, pero que deberíamos conservar para que las generaciones futuras conozcan su pasado. Gracias a Francisco por su amabilidad y por sus explicaciones sobre esa vida que no hace tantos años era cotidiana en nuestro pueblo y en nuestros campos.

Miguel Barbero Gómez
Cronista Oficial