Francisco Onieva presentó ayer su última publicación en la Casa de Hermandades de Villanueva del Duque y en el acto aseguró que su segundo libro de narrativa, El extraño escritor y otras devastaciones (Espuela de Plata), está marcado por la influencia de Cervantes. Fue la alcaldesa del municipio, María Isabel Medina la encargada de presentar al escritor y, tras ella, Julio R. López, escritor y exconcejal de Cultura, regaló a los asistentes una introducción minuciosa y elaborada del libro de Onieva, la cual terminó con un hermoso poema de Hermann Hesse.
En un año de celebración cervantina, Onieva hizo saber al público que cada uno de los veintinueve relatos de su nueva obra beben del influjo cervantino. En este sentido, matizó que “la humanidad de los personajes, la frontera entre el sueño y la realidad y el juego de perspectivas y espejos están presentes en cada uno de sus relatos”. En El extraño escritor y otras devastaciones Onieva ofrece veintinueve microrelatos en los que el lector puede hacer una lectura más amplia, es como si veintinueve novelas se esbozaran en las páginas de su nuevo libro.
Onieva aseguró que le agrada el relato porque “le atraen las distancias cortas”. Según sus palabras, “en las distancias cortas no hay margen de error”. Asimismo, dejó claro que “si a un cuento le fallan diez líneas, éste está mal escrito”. A diferencia de otros escritores, Onieva siente que cuando escribe “va restando y no sumando”. Esto es así porque El extraño escritor y otras devastaciones comenzó siendo un centenar de historias, que decidió dejar en treinta y cinco relatos; luego en treinta y tres, y finalmente, redujo a veintinueve.
La incomunicación, la soledad, las obsesiones, las pérdidas, las incertidumbres, las derrotas acumuladas, el maltrato, la identidad, los miedos más íntimos, la convivencia asentada en la rutina y en la monotonía, el desasosiego de lo imprevisto, la insatisfacción, las contradicciones, la quebradiza frontera entre la realidad y la fantasía, la fragilidad de los sueños y de la imaginación, el descrédito de quienes nos dirigen, el desgaste de algunas instituciones públicas y el desamparo de los más desfavorecidos se entrecruzan, con una perspicaz humanidad, en estas veintinueve historias protagonizadas por unos individuos a la deriva, perdidos y amenazados, que resisten engañándose a sí mismos con tal de hacer menos inhóspito el mundo que les ha tocado vivir.
Entre los protagonistas de estas veintinueve historias se reflejan grandes personajes de la literatura universal. Gregorio, Gregor Samsa de la Metamorfosis de Kafka o Borges son algunos de los autores imprimados en las páginas de Onieva, autores que, sin lugar a dudas, como filólogo le “han marcado”.
Según el autor, se trata de una “idea poliédrica y cambiante de la sociedad actual”. Lo importante en este libro son los personajes y la humanidad que todos y cada uno de ellos desprenden. Onieva nos ofrece veintinueve historias en las que las lecturas guardan un pasmo final, “aunque la sorpresa tenga que despegarse de la primera lectura”. Al igual que películas como El sexto sentido o Los otros, en El extraño escritor y otras devastaciones, cada relato sorprende al final pero “va dando guiños a cada tramo”.
Onieva regaló al público la deliciosa lectura de dos relatos de su nuevo libro El extraño escritor y otras devastaciones. Tras ello, Medina preguntó al escritor qué relatos destacaría entre las veintinueve historias, a lo cual Onieva sin titubear nombró aquellos que tratan el maltrato, porque “es una realidad que acusa al siglo veintiuno y algo que hay que denunciar”. Julio R. López con su poema de Hermann Hesse lo dejó claro al principio del acto “¡Extraño vagar entre la niebla! Solitario está cada arbusto y piedra, ningún árbol mira a otro, cada uno está solo. Lleno de amigos estaba para mí el mundo cuando mi vida era clara todavía; ahora que la niebla cae, nadie más está visible”.
De Lucía Suárez para villanuevadelduque.com
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